El fortalecimiento de esta zona, es de vital importancia para prevenir dolores de espalda o algias, además de el efecto que tiene en la transferencia de fuerza para otras actividades relacionadas con la actividad física.
Pero vamos a centrarnos en el abdomen, concretamente en la zona central y lateral;
Si pensamos en abdomen o abdominales, probablemente se nos venga a la cabeza la imagen del típico atleta o modelo con la llamada ''tableta de chocolate''. Lo que caracteriza a esta, es el músculo recto anterior, (como su nombre indica, situado en la pared anterior).
El recto abdominal, está unido en su nacimiento de este por la línea alba (vaina de los rectos), una unión tendinosa que baja descendentemente hasta la parte superior del pubis.
A los laterales econtramos los oblicuos, podríamos dividirlos en externo (mayor) e interno (menor). el externo, estéticamente le da a la parte baja de nuestro abdomen esa conocida ''forma en V'', cubre la parte lateral y anterior del abdomen, y se extiende también por los laterales de la pared torácica. Se encargan de los movimientos de la inclinación lateral y la rotación.
Bajo el oblicuo interno y discurriendo a este músculo, encontramos el transverso, este, envuelve de atrás hacia adelante la pared abdominal, es un importante estabilizador de la columna vertebral y protector para las vísceras.
Por último, encontramos el piramidal, en la parte inferior-medial, justo delante del recto del abdomen. Como su nombre indica, tiene forma de pirámide, al ser un músculo atrófico, no tiene una función específica ni funcional.
Fuentes bibliográficas:
Rigutti, Adriana, Atlante di Anatomia
Williardson, Jeffrey M, Developing the Core, NSCA, 2014
Entrada realizada por: Alejandro J. García Mena
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